Tuesday, February 02, 2010

Bonos ante una tragedia

Que llueva torrencialmente en la zona de Machu Picchu es inusual pero sucede. El SENAMHI le avisó al Presidente Regional del Cusco y no hubo respuesta. En este caso, no faltó recursos o alerta oportuna, lo que faltó fue la respuesta prudencial. Se optó por suponer que el riesgo no se convertiría en daños para las personas, en destrucción de infraestructura, y en la imagen de incompetencia que se llevan los turistas. Ojalá las silenciosas muestras de solidaridad individual hayan sido abundantes.
Pero mayor es la desgracia que vive Haití tras el devastador terremoto. Más allá de las cuantiosas pérdidas de vidas humanas, macroeconómicamente el terremoto implica una reducción sustancial en la actividad económica de una nación y en su capital acumulado. El país se paraliza varios días, y los daños en infraestructura son tan severos que hay gente que en serio piensa en refundar Puerto Príncipe en una zona más lejos de la falla geológica sobre la que se encontraba la capital.
Los terremotos son imposibles de predecir. Por lo tanto, la mejor respuesta es fomentar las construcciones con estándares apropiados, y tener los recursos para atender la emergencia que un sismo provoque e iniciar una rápida reconstrucción. Para ello, los mercados financieros han introducido los llamados bonos catástrofe. Estos bonos sirven para tener acceso inmediato a fondos frente a un sismo de magnitud considerable. Este es un instrumento interesante para el Perú. Más allá de la generosidad de la comunidad internacional o de la solidaridad local el país estará más protegido financieramente hablando frente a una calamidad como un terremoto.
Haití junto con otras 15 naciones del Caribe tenía una cobertura de este tipo gracias a una iniciativa del Banco Mundial. Haití ya recibió 8 millones de dólares y pagó menos de 400,000 dólares en primas. El MEF estuvo en discusión con el Banco Mundial para hacer algo similar para el Perú. ¿Quién quiere apostar a que en los próximos 20 años no habrá terremotos en el Perú?

Publicado en El Comercio Febrero 3, 2010