Saturday, July 28, 2007

Comentarios del discurso del Presidente 28 de julio de 2007

El discurso presidencial debió terminar con la visión al 2011. El recuento innumerable de pequeñas cosas hechas diluyó el importante mensaje central del Presidente: el Perú tiene un enorme potencial de estar mucho mejor en unos años con el esfuerzo solidario de todos. Me parece importante remarcar que el Presidente está planteando que el Perú debe alcanzar estas metas de reducción de pobreza, mayor inversión y progreso sobre la base de un nuevo modelo. Uno en el que las regiones pasan a tener un marcado protagonismo. En que son los gobiernos regionales y municipales los principales responsables de alcanzar ese mayor desarrollo.

Este cambio puede ser muy interesante porque implica abandonar esa visión virreinal que mencionó el presidente pero también puede implicar una enorme reducción en la calidad del gobierno. No hay nada más falso que algo que sea haga descentralizadamente se haga necesariamente mejor. Deficiencias en la ejecución puede implicar mayor conflicto social y no necesariamente menos conflicto.

A pesar de estar muy de acuerdo con los lineamientos generales planteados por el presidente me quedaron sin embargo algunas dudas.

1. Como ya dije la descentralización puede hacer que la población participe más cercanamente de las decisiones que afectarán su futuro pero no siempre decidirán lo mejor.
2. La austeridad es bienvenida donde realmente se elimina el dispendio. No así donde hace falta. Un estado eficiente necesita gente capaz. Gente capaz solo hay a precio de mercado. El resto es poesía.
3. ¿Qué dirán las familias de más bajos ingresos que escucharon el mensaje? ¿Tendrán paciencia? ¿Esperarán que las inversiones los alcancen al mercado global que crecerá este año más de 5%?
4. ¿Cuánto ha mejorado la situación de pobreza de aquellas familias inscritas en Juntos? ¿Ha valido la pena el esfuerzo?
5. Más TLCs sean todos bienvenidos. Pero hace falta poner el acelerador en el TLC interno. De esto no se dijo ni una palabra.

El tema más destacable: Me pareció excelente que el Presidente señalara a la Ley de Carrera Magisterial como la acción legislativa más importante de este primer año.

El tema incierto: ¿el pacto social incluirá a los trabajadores y firmas informales? O seguiremos pactando entre las inmensas minorías.

El tema ausente: shock de inversión pública. Increíble toda la lista de obras que señaló el presidente a pesar de que se sabe que el shock de inversión pública fue un rotundo fracaso.

El tema polémico: ¿que cosa es realmente hacer justicia social? ¿otorgar miles de millones a unos miles de jubilados que querrán desafiliarse del sistema privado de pensiones luego de voluntariamente pasarse a dicho sistema es realmente hacer justicia social? ¿Recontratar a personas que se fueron de la administración pública con indemnizaciones voluntariamente aceptadas es hacer justicia social?

La pregunta difícil: ¿Y si el crecimiento de la economía mundial se detuviese que es lo que haría distinto este gobierno?

Thursday, July 26, 2007

Mi discurso para el 28

Algunos no lo saben pero uno de mis trabajos anteriores fue hacerle los discursos al Ing. Jorge Camet cuando el ocupó el cargo de Ministro de Economía. Así que en plan de recordar viejos encargos le voy a sugerir algunas ideas al Presidente García para este sábado. Luego del queridos compatriotas yo seguiría así.

No he venido aquí a decirles que las cosas que están caminando bien y que tengan paciencia. Hoy he venido a convocarlos a todos los que me escuchan a ayudar a que las cosas se hagan mejor por el bien de todos nosotros, los peruanos. Estoy convencido que el Perú que dejemos el 2011 puede ser un Perú muy distinto al que hoy tenemos donde aún miramos más hacia atrás para ver lo que pudimos ser. Donde miramos a los costados no para pedir ayuda sino para buscar responsables de lo que no salió como queríamos. Y donde se hace tan difícil mirar hacia delante con convicción de que el porvenir está en nuestras manos, en nuestro esfuerzo individual y de conjunto. Hoy he venido a pedir su ayuda.

Hace unos días el INEI mostró cual debería ser nuestra principal preocupación. Las cifras de pobreza revelan que si bien el crecimiento de los últimos años ha permitido reducir la pobreza en algunos puntos porcentuales, dicho crecimiento ha sido absolutamente ineficaz para reducir la pobreza en las zonas más pobres del país. Luego de este auge económico en 14 de las 24 regiones del país la pobreza supera el 50 por ciento. Esto es intolerable. No podemos pretender construir un Perú distinto sin modificar radicalmente esta situación. Desde aquí llamo a los Presidentes regionales a colaborar en esta cruzada, el país, sus regiones no necesitan alzar piedras y palos para resolver estos problemas. La solución está en aquello que si ha funcionado en las otras áreas del país donde la inversión privada se ha podido desarrollar para dar empleo formal y en donde la presencia del Estado si ayuda. En esas zonas el Estado ha construido o ha dejado construir a los privados las carreteras que acercan los mercados, que posibilitan los negocios, que integran.

Estas cifras nos llevan a cuestionar lo que el Estado ha venido haciendo en materia de programas sociales. Desde hace algunos años atrás el Perú viene gastando cifras récord en las políticas sociales y estas no han dado los frutos que uno esperaría. Hoy la mayoría de nuestros niños de escuelas públicas no son competitivos. No pueden enfrentar con éxito el mercado de trabajo que hoy es mucho más exigente. El gobierno está firmemente convencido que se necesita revolucionar la educación pública. Para ello hemos aprobado una nueva ley de carrera pública magisterial que permitirá que los profesores sientan que su esfuerzo es recompensado. Que el Estado premia a quienes si ponen de su parte para reconstruir la escuela pública en el país. Entiendo que hay muchos que tienen temor a estos cambios y eso es normal. Pero insisto en mirar hacia delante y pensar en que sí se puede transformar la educación pública.

Desde aquí hago un llamado urgente a todas las bancadas, a todos los empresarios chicos y grandes, a apostar por la transformación del país en uno más justo, más solidario, y sobre todo donde la pobreza se reduzca creando oportunidades, alentando el progreso que se traduce en mayor desarrollo. El país reclama que no ahorremos esfuerzos en construir esas alianzas que permitan que todos nos sintamos orgullosos de ser peruanos. Pongamos lo mejor de nosotros por construir nuestro país. ¡Viva el Perú!

Publicado en El Comercio Julio 26, 2007

Thursday, July 19, 2007

Fallas de comunicación

Los que saben dicen que las fallas de comunicación arruinan empresas, terminan matrimonios y descarrilan la vida de nuestros hijos. Resulta poco sorprendente que el gobierno ahora diga frente a la semana de protestas por todo el país que lo que ha hecho falta es comunicar los logros del gobierno. Al Presidente lo recibieron de muy mala forma en Puno y creo que eso puso el punto final a su gira por el sur andino. Las giras se han sustituido por spots en radio y TV donde se trata de decir lo que nadie quiere oír.

Lo cierto es que cualquiera que sea jefe sabe perfectamente que no hay excusa más fácil que señalar que la raíz de los problemas está en que la gente no ha recibido la información correcta. Obviamente, estos problemas no son nuestros problemas. Los culpables serán nuestra oficina de prensa, el jefe de comunicaciones, o porqué no, la prensa en sí misma que no coopera, o inclusive los propios trabajadores que de repente tienen una actitud hostil o poco comprometida con la empresa. De esa manera, zafamos cuerpo de los problemas y alguien más se merece una llamada de atención.

Desde el punto de vista macroeconómico, el gobierno pretende señalar que las protestas se originan por una falla en la comunicación de los logros del gobierno. Una gran mayoría de gente con justa razón está harta que se le refriegue que el Perú viene creciendo más de 70 meses seguidos y que el PBI per capita aumentó más de 30 por ciento en los últimos seis años. Y le molesta porque ve a su alrededor y nada de eso pasó con su familia. El colegio al que van sus hijos sigue estando igual de ruinoso, su hija mayor tuvo que emigrar pues no hay quien le de un trabajo en la zona, y de la presencia de los políticos no queda más rastro que unos polos raídos que algunos utilizan como trapos.

La tarea del gobierno es compleja pues los datos muestran que reducir la pobreza significativamente requiere persistir en un camino de prudencia macroeconómica pero también requiere salir del actual modelo de políticas sociales. Estas han demostrado su enorme ineficiencia en sacar de la pobreza a ese 50 por ciento de peruanos para el cual el crecimiento no ha sido suficiente. Claro que hay dentro de este grupo algunos que han podido salir de la pobreza pues hoy tienen un mejor empleo que el que tenían aunque siga siendo informal.

El gobierno ha aceptado –resignado- que el TLC con Estados Unidos vendrá en la primavera porque los legisladores gringos están más interesados en pelearse entre ellos que resolver los temas. Sin embargo, los avances en la agenda del TLC interno son mucho más complejos. La infraestructura pública no mejora a la velocidad necesaria aunque en el camino, la reforma laboral se tuvo que postergar para que no se arme más lío, la mejora de la educación pública se empezará a sentir en muchos años más si es que nadie perfora la ley aprobada y los involucrados se comprometen con la reforma, y sigo sin entender porqué tiraron al tacho el programa de carreteras costa-sierra que era la estrategia más obvia de integración.

Se necesita no perder la brújula y caminar por donde sabemos se tendrá frutos en el tiempo, ojalá que los presidentes regionales quieran convocar a sus poblaciones a sumarse a este esfuerzo. Pretender tener logros que mostrar en el corto plazo es querer que las gallinas produzcan huevos en la mitad del tiempo. No hay marcha que logre eso.

Publicado en El Comercio Julio 19, 2007

Thursday, July 12, 2007

El Osiptel y el factor X

Como se reportó ayer en este diario he participado junto con otros especialistas en el equipo que apoyó a Telefónica del Perú a preparar su propuesta de reajuste tarifario para los servicios de telefonía fija. Para la gran mayoría de los mortales el proceso resulta muy complejo y para mi muchas de las cosas también han sido novedad. Déjenme tratar de explicar este asunto desde mi perspectiva. No soy experto en regulación así que no podré utilizar el lenguaje enredado que se utiliza en esa parte de la profesión.

Casi todos sabemos que cuando Telefónica compró la Compañía Peruana de Teléfonos el gobierno vendió un monopolio y por muchos años el servicio de telefonía fija fue atendido exclusivamente por dicha empresa. Esa situación obligó al gobierno a fijar en el contrato de concesión que periódicamente las tarifas se reajustarían. La práctica internacional utiliza un sistema que consiste en trasladarle forzosamente al usuario cualquier mejora en la eficiencia de la empresa. Es decir, si Telefónica genera más productos con menos insumos esa ganancia de productividad debería reflejarse en menores tarifas para los usuarios de dicho servicio. De esta forma, Telefónica comparte sus mayores utilidades con los usuarios.

Nuestra regulación funciona de la siguiente manera. Telefónica propone un valor que debería servir para ajustar sus tarifas (conocido como el factor X). Luego, Osiptel revisa estos cálculos y propone su propio valor. Telefónica a su turno revisa lo propuesto por Osiptel y opina. Luego de una audiencia pública donde se busca recoger más opiniones, Osiptel publica una resolución que podría ser objetada por Telefónica. Ayer fue la audiencia y hasta ahora Telefónica propuso un factor X de 4.13% y Osiptel propuso 8.23%. Mientras uno propone que las tarifas se reduzcan cada año 8 por ciento el otro dice que la sólo la mitad.

Obviamente que uno podría decir que aquí se acabó la discusión. Que lo lógico sería ir por una mayor rebaja de tarifas. Pero no todo es tener un precio bajo. Si no pregúntenle a los argentinos cómo sufren de cortes de electricidad porque el gobierno impuso tarifas irreales que no promueven una mayor inversión en el sector eléctrico. Además, el gobierno debería tener dos objetivos en mente. Por un lado, menores tarifas para todos los actuales usuarios. Pero por otro lado, expandir el acceso al servicio. No todos tienen acceso a servicios de telefonía. Creo que el actual MTC tiene perfectamente claro este tema, ojalá Osiptel esté sintonizado.

Yendo al actual proceso creo que la preocupación central es una vez más la predicitibilidad del marco regulatorio. Si un año Osiptel utiliza una determinada forma de hacer los cálculos y en el siguiente proceso hace algo totalmente distinto sin mayor justificación entonces Osiptel está contribuyendo a aumentar el llamado riesgo regulatorio que no es otra cosa que la probabilidad de arbitrariedad y sorpresas injustificadas en las decisiones del regulador. En este sentido, Osiptel ha hecho dos cosas que yo no hubiera hecho. Una es calcular la productividad total de la economía por un método que nadie en el Perú ha calculado porque no hay datos para hacerlo de manera apropiada. Y la segunda es creer que la variación del Indice de Precios al Consumidor que publica oficialmente el INEI no es el indicador de precios de la economía, cuando ellos mismos lo han utilizado en los dos procesos anteriores. En vez de ello han recurrido al deflactor implícito del PBI que es un número que cambia cada año con cada revisión de las cifras del PBI. ¿Se imaginan que el INEI cada año diga que la inflación no fue la que dijo que antes anunció y publicó en El Peruano? ¿Usted tomaría ese dato para algún contrato?

Publicado en El Comercio Julio 12, 2007

Thursday, July 05, 2007

Voracidad y crecimiento

Vengo de una familia de cinco hermanos (cuatro hombres con mucho apetito y una mujer) así que los almuerzos siempre fueron una potencial fuente de conflictos. Cómo usted ya sabe a mi me gusta proponerle ejercicios para su sana diversión. Llame a sus hijos más chicos o a sus sobrinos y a sus amigos y siéntelos a la mesa. Una vez que estén todos sentados y con un plato vacío al frente ponga una pizza humeante en el medio bien cortada en pedazos simétricamente iguales. Haga la prueba de no decir absolutamente nada y probablemente una lluvia de brazos se lanzarán al unísono sobre la pizza, cada uno intentará tomar un pedazo y mientras haya pizza para todos no habrá mayor problema que quien le pone primero orégano a su porción o quien repite primero.

A la semana siguiente haga exactamente el mismo ejercicio pero cambie sólo un pequeño detalle del experimento. Esta vez sirva la pizza sin cortarla previamente. ¿Qué cree que pasará esta vez? Los chicos hambrientos y desesperados por naturaleza tendrán que negociar quien hace uso del único cuchillo disponible capaz de servir para repartir la pizza. Por más que alguien tome la iniciativa y empiece a cortar pedazos tratando de aplicar sus conocimientos de geometría para lograr los pedazos más parecidos posibles, esta persona recibirá una lluvia de críticas porque el resto de comensales dudará de su capacidad de repartir de manera justa la pizza en cuestión. Seguramente no faltará alguno que quiera dar un “golpe de estado” y asumir la labor de cortador oficial de la pizza.

La ausencia de reglas claras con respecto a la división de la pizza lleva a situaciones de potencial conflicto. Inclusive, uno podría imaginar un caso en el cual los comensales no se ponen de acuerdo y mientras uno toma el cuchillo otro se apodera de la pizza para evitar que esta caiga en manos de un injusto repartidor de porciones. Poniéndome pesimista la pizza podría terminar volando por los aires en medio de la voracidad de los comensales y la ausencia de un árbitro que ponga freno al desorden y la ausencia de una regla para compartir los beneficios. Al final lo único que se repartirán serán las quejas por haber arruinado la posibilidad de disfrutar una humeante y sabrosa pizza.

Este tipo de problemas parecen haberse desatado como consecuencia de los abundantes recursos financieros que está generando temporalmente la minería en el Perú. Empiezan a haber algunos que cuestionan el tamaño de los sueldos de algunos gerentes de algunas empresas mineras. A otros les parece poco los impuestos a la renta provenientes de las utilidades de las empresas mineras y encima cuestionan que el Estado no recibe nada pues no hay impuestos a las ganancias de capital. Pero los que se llevan el premio son algunos de los presidentes regionales que en lugar de ponerse a trabajar en la forma más eficiente de utilizar los ingentes recursos que están recibiendo amenazan con tomar las minas. ¿A cuantas personas ha detenido el Ministro Alva Castro por bloquear carreteras?

El gobierno acaba de sacar una parte del aporte voluntario minero para dedicarlo al proyecto Crecer. Una vez más el Perú financia gastos permanentes con recursos temporales. La miopía es increíble. Claro, siempre alguien dirá que es mejor gastarlos que verlos sentados en las cuentas de algún banco. Lo cierto es que la pizza está servida, pero si no hay claridad en la forma en que ésta será repartida en el futuro, puede ser que el encargado del delivery ya no quiera venir más por nuestra casa. La voracidad sin instituciones que garanticen reglas básicas termina produciendo un crecimiento menor del que podría darse.

Publicado en El Comercio, Julio 5, 2007